La implementación de esta norma no solo implica el cumplimiento de regulaciones ambientales, sino que también conlleva una serie de beneficios para las empresas. Entre ellos se destacan la mejora de la imagen y reputación corporativa, la reducción de costos mediante una gestión eficiente de recursos y el aumento de la satisfacción de clientes y empleados.
Para implementar la ISO 14001 con éxito, es crucial el compromiso de la dirección. Esta debe liderar el cambio y garantizar la asignación de recursos necesarios para mantener el sistema de gestión ambiental. Además, se debe evaluar y controlar los aspectos ambientales de manera continua, cumplir con la legislación ambiental y establecer objetivos y metas ambientales alcanzables pero ambiciosos.